"LOS PODERES MÁGICOS DEL YOGUR"

El comer yogur otorga larga vida, o inmortalidad, según de qué país o siglo se proceda. La gente del Cáucaso le atribuye además otros poderes. Dicen que:

- Condimentado con ajo puede curar la tuberculosis.

- Comido tal cual, restaura el cabello en las cabezas calvas.

- Y, si lo comen los amantes, actuará como afrodisíaco.

Durante la Primera Guerra Mundial, se encontró el yogur de gran utilidad entre las tropas británicas que se hallaban lejos de su país sufriendo disentería, administrándolo a modo de enema.

La acción positiva de las bacterias vivas del yogur ha llevado también a los médicos modernos a recomendarlo como aplicación externa para la ubrera, pudiendo aliviar la irritación y curar el problema en casos en que todos los demás remedios han fracasado.

Los expertos en cosmética tampoco han desechado las posibilidades del yogur como tratamiento para el cabello y la piel.

-Puede frotarse en el pelo después de la aplicación del champú para librarse de la caspa.

- Si se lo unta uno en la cara cogido directamente del tarro, aliviará y limpiará la piel, dejándola fresca y relajada.

- Puede prepararse una mascarilla facial más vigorosa con un poco de yogur, copos de avena y frambuesas trituradas. Si puede resistir sin comérsela, aplíquese esta mezcla masajeándosela en la cara (la arenosidad de la avena machacada tonifica la piel) y dejándosela durante 10 minutos antes de quitársela con agua fría.

¡Éste debía ser sin duda el tipo de mascarilla facial con que se regalaba Cleopatra mientras retozaba en su baño de leche de burra!.